Por Margarita Bernal para la revista Cocina Semana, junio 2015
EL PODER DEL SUEÑO
¿Cuántas veces hemos oído decir que la vida es muy corta como para gastarla durmiendo? Al sueño lo despreciamos y poco lo valoramos, pero resulta que es MUY IMPORTANTE, así en mayúscula, para tener una mejor calidad de vida y ser productivos durante el día.
La Arquitectura del sueño
Dormir significa llegar a un estado de reposo que conlleva a la suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario. Durante el tiempo que dormimos algunas actividades fisiológicas trabajan de forma más pausada como la presión sanguínea y la respiración, pero también suceden cambios vitales en el organismo.
Un patrón normal del sueño se estructura en varios ciclos repetidos de forma secuencial y estos se organizan en diferentes etapas dependiendo del nivel de profundidad. En cada una de estas suceden diversos cambios a nivel neurofisiológico donde el tono muscular, las ondas cerebrales y los músculos oculares cambian dependiendo de la fase del sueño en la que se encuentren.
Mientras dormimos, el cerebro no se detiene y se mantiene tan activo como durante el día, puesto que, entre otras cosas, es el momento en el que esta fortaleciendo la memoria, reuniendo lo aprendido en la vigilia. Dormir es importante para adquirir nuevos conocimientos. Durante el sueño, el cerebro también aprovecha para renovarse y limpiar toxinas, que a futuro pueden acelerar el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
En promedio los humanos invierten un tercio de la vida en dormir. Estos son otros de los beneficios que se obtienen cuando se duerme bien:
- Razón tenía el autor del famoso cuento infantil al titularlo La bella durmiente, ya que está científicamente comprobado que aquellos que duermen un promedio de siete a ocho diarias, lucen y se sienten mejor, más frescos, radiantes y saludables.
- Se sabe que quienes duermen mejor, tiene menor tendencia a comer en exceso y subir de peso, de acuerdo con estudios presentados por la American Heart Asociation.
- La privación del sueño influye en la actividad sexual de las personas. Se dice que quienes poco duermen mantienen una carga mental que a la larga afecta su propia percepción y autoestima, lo que conlleva a un detrimento del deseo sexual.
- Una persona que duerme bien, tiende a tener mejores relaciones interpersonales, mientras que aquellas con problemas a la hora de conciliar el sueño pueden ser más agresivas, malgeniadas y menos tolerantes con los demás.
- Durante el sueño el cuerpo aprovecha para relajar los músculos y regenerar tejidos y células, esto se da especialmente cuando nos encontramos en las fases más profundas.
- Dormir bien contribuye a fortalecer el sistema inmune.
- Adicionalmente, los niveles de cortisol se incrementan durante la hora de dormir los cuales son estimulantes y hacen que en la mañana despertemos en estado alerta y con bastante energía.
COMER PARA DORMIR
El sueño es tan esencial para el cuerpo como lo son la alimentación y la hidratación. Todos los estudios realizados indican que una persona adulta debe dormir un promedio de siete horas diarias para obtener los beneficios anteriormente mencionados. Muchos factores como el estrés, la edad, el estilo y los hábitos de vida afectan el buen dormir, como también lo hace la alimentación.
Lo que comemos, como lo comemos y cuando lo comemos influyen a la hora de conciliar el sueño. Es conocido que las comidas pesadas y grasosas, el alcohol, el café, el chocolate amargo, las bebidas energéticas, las gaseosas, el azúcar, los alimentos muy condimentados y picantes y las carnes rojas o el exceso de proteína animal pueden conducir a tener problemas a la hora de dormir o también pueden hacer que las personas se despierte varias veces durante la noche.
Lo recomendable entonces es incluir esta gama de alimentos.
- Hay un aminoácido conocido como triptófano, el cual promueve la liberación de la serotonina que se relaciona con la regulación del sueño, la ansiedad, el estrés y el placer. Por tal razón se recomienda consumir: huevos, amaranto, leche, semillas de calabaza, avena, dátiles, garbanzos, ajonjolí, maní, pavo y banano.
- Los carbohidratos, además de que estimulan al triptófano, producen sensación de sueño y cansancio. Cenar con pasta, arroz, panes integrales, quinua o cereales enteros ayuda a que el cuerpo se vuelva más lento y se agote rápidamente.
- La melatonina es una hormona que se encuentra de forma natural en el cuerpo y esta ayuda a que se regule el reloj interno, manteniéndonos alertas durante el día y con cansancio a la hora de dormir. Muchas veces esta se encuentra alterada en nuestro organismo, a veces por deficiencias y otras porque sin saberlo se le envían las señales equivocadas, como cuando las personas se acuestan con el televisor o la pantalla del celular prendidas. Estos alimentos ayudan a regularla de forma natural: las cerezas, las manzanas, los frutos secos, el maíz y la avena.
- La glicina es otro aminoácido que es un neurotransmisor tranquilizante del cerebro, los alimentos que la contienen son: pescados, huevos, lácteos, espinaca, papa, camote, semillas, lentejas, peras, frutos secos, soja y sus derivados entre otros.
Dormir es mucho más que el placer de descansar y amanecer renovados, es vital para nuestra buena salud. Buenas noches.