Hoy 17 de mayo encomiende sus guisos y platillos al santo patrono de los cocineros: Pascual Bailón o Baylón
San Pascual nació en Terrehermosa, Zaragoza, el 17 de mayo de 1540, un día de Pascua. Fue canonizado por Alejandro VIII, quien lo nombró patrono de las asociaciones y congresos eucarísticos. En un texto sobre la vida de Pascual Bailón, se narra que desde muy joven era pastor de corderos, posteriormente ingreso a la Orden Franciscana, donde sobresalió por su devoción a la Virgen y a la Eucaristía. Su mayor fervor era ayudar y dar de comer al prójimo. Consideraba que nunca había que negarle el pan a nadie.
Según afirman los expertos “Era muy dedicado a las labores de la cocina y muy devoto de la Eucaristía, que significaba el vino y el pan. Se dice que mientras él realizaba sus oraciones, llamaba a los ángeles para que ellos le ayudaran a terminar la comida y las tareas de la cocina”. En México y otros lares, era tradición que las mujeres colgarán en las antiguas haciendas, una imagen de San Pascual en la cocina, ya que se tenía la a creencia de que en cuanto se le implore ayuda, el guiso empieza a tomar un exquísito sazón y se cuece de inmediato. Hoy en día esta costumbre se mantiene en muchos hogares. “San Pascual Bailón, ilumina mi sazón”.
En Monguí el bello pueblo colombiano en el departamento de Boyacá, se celebra una fiesta en honor a este santo. Consiste en un ritual enmarcado en la oración, la danza, la comida, la bebida y la música de cuerda. Las familias celebran agradeciendo buenas cosechas y pidiendo evitar el robo del ganado, buena salud y abundantes alimentos. La fiesta termina cuando la comida se acaba y los músicos eston agotados. “San Pascualito, San Pascualito… tú pones tu granito y yo pongo otro tantito’. Esta es la oración que acompañada de unos pasos de baile y comida rezan los habitantes de Monguí por estos días.