Hoy 1 de Junio es el día mundial de la leche, y quiero hacerle un homenaje con la recopilación de algunos fragmentos o antojos literarios en los que está presente. Buen Provecho
Biblia, Éxodo 3, 17: “He decidido sacarlos de esta opresión en Egipto y trasladarlos a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, los fereceos, los jeveos y los jebuseos”.
Cien Años de Soledad, Gabriel García Márquez, : “Poco a poco, estudiando las infinitas posibilidades del olvido, se dio cuenta de que podía llegar un día en que se reconocieran las cosas por sus inscripciones, pero no se recordara su utilidad. Entonces fue más explícito. El letrero que colgó en la cerviz de la vaca era una muestra ejemplar de la forma en que los habitantes de Macondo estaban dispuestas a luchar contra el olvido: Ésta es la vaca, hay que ordeñarla todas las mañanas para que produzca leche y a la leche hay que herviría para mezclarla con el café y hacer café con leche. Así continuaron viviendo en una realidad escurridiza, momentáneamente capturada por las palabras, pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los valores de la letra escrita”.
Amor, Pablo Neruda: “Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.”
Las 120 jornadas de Sodoma, Marqués de Sade:“-De ninguna manera -replicó Curval-. Si te dignas seguirme y hacerme el honor de observarme, verás que me conduciré, por lo menos, tan bien como tú. Estaban hablando así cuando Durcet llegó a anunciar que el desayuno estaba servido. Pasaron al aposento de las muchachas, donde se vio a aquellas ocho sultanitas desnudas presentando tazas de café negro; entonces el duque preguntó a Durcet, director del mes, por qué había café negro por la mañana.
-Será con leche cuando queráis -dijo el financiero-. ¿Lo deseas?
-Sí -dijo el duque.
-Augustine -dijo Durcet-, sirve leche al señor duque.
Entonces la joven, ya preparada, colocó su lindo culito sobre la taza del duque y vertió en ella, por el ano, tres o cuatro cucharadas de una lecha muy clara y nada sucia. Se rieron mucho de la broma y todos pidieron leche. Todos los culos estaban preparados como el de Augustine; era una agradable sorpresa que el director de los placeres del mes quiso proporcionar a sus amigos. Fanny vertió leche en la taza del obispo, Zelmire en la de Curval y Michette en la del financiero; tomaron una segunda taza y las otras cuatro sultanas hicieron la primera tanda; se juzgó muy buena la broma. Esta calentó la cabeza del obispo, quien quiso algo más que leche, y la bella Sophie lo satisfizo. Aunque todas tenían ganas de cagar, se les había recomendado mucho que se contuvieran durante la operación de la leche y que la primera vez no diesen absolutamente nada más que leche.”
Caín, José Saramago: “Llorar sobre la leche derramada no es tan inútil como se dice, de alguna manera es un hecho instructivo porque nos muestra la verdadera dimensión de la frivolidad de ciertos procedimientos humanos, ya que, si la leche se ha derramado, derramada está, simplemente hay que limpiarla, pero si Abel fue muerto de muerte malvada es porque alguien le quitó la vida”.
Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes: “Durante la marcha del Quijote y Sancho los alcanzó un jinete muy elegante vestido de verde, Diego de Miranda, pero el quijote lo llamó caballero del Verde Gabán. Se fue junto a ellos conversando, mientras hablaban vieron que venía hacia ellos un carro con bandera, el quijote le pidió su celada a Sancho y este le había echado leche, el quijote se la puso y quedo todo mojado. El que manejaba les dijo que llevaba 2 leones de regalo al rey, el quijote dijo que los soltaran, lo hicieron y todos arrancaron menos el quijote que mando al león de vuelta a su jaula, entonces Sancho le pagó al leonero y se fue a contarle al rey tal hazaña. Don quijote y Sancho se quedaron 4 días en la mansión de Diego de Miranda y se fueron a Zaragoza”.
Héctor Abad Faciolince, Tratado de Culinaria para Mujeres Tristes: “Una de las mujeres que han dictado este libro, quizás la cocinera a quien le creo más, dice que en esos días previos, que los médicos llaman con nombre impronunciable por lo desapacible e impersonal, es conveniente hacer estos tres ejercicios culinarios: un ayuno de dulce, riguroso, es decir, suspender el azúcar en granos, postres o miel; comer carnes muy blancas (de pescado de mar), tomar leche de vaca, varios vasos al día, porque lo blanco te ayuda a mejorar, y no comer tres veces, como sueles, sino dos veces más, hasta llegar a cinco meriendas que sean poco abundantes, pero que no te dejen vacía durante mucho tiempo. Si vas al médico y te receta calcio, no tortures tu estómago con píldoras que no vas a digerir: devórate las uñas, que será un sustituto sin rechazo, porque tus uñas son tu misma piel”
DOS CANCIONES INFANTILES
“Tengo una vaca lechera, no es una vaca cualquiera, me da leche merengada, ¡ay, qué vaca tan salada! Tolón, tolón. Tolón, tolón”. Canción Tradicional
“Arroz con leche me quiero casar con un señorita de la capital, que sepa correr, que sepa planchar, que sepa abrir la puerta para ir a jugar”. Canción infantil
De Les Luthiers: “nombreme usté el animal que no es toro ni cebú / que pa’ ayudar la salú y pa’ que a usted le aproveche / le da la carne y la leche en generosa actitú / tiene cola y cuatro patas y cuando muge hace muuuú”
Llevaba en la cabeza Una lechera el cántaro al mercado Con aquella presteza, Aquel aire sencillo, aquel agrado, Que va diciendo a todo que lo advierte: ¡Yo si que estoy contenta con mi suerte! Porque no apetecía Más compañía que su pensamiento, Que alegre la ofrecía Inocentes ideas de contento, Marchaba sola la feliz lechera,
Y decía entre sí de esta manera: <> Con este pensamiento Enajenada, brinca de manera, Que a su salto violento El cántaro cayó.¡Pobre lechera! ¡Qué compasión! Adiós leche, dinero, Huevos, pollos, lechón, vaca y ternero. ¡Oh loca fantasía, Que palacios fabricas en el viento! Modera tu alegría; No sea que saltando de contento, Al contemplar dichosa tu mudanza, Quiebre su cantarillo su esperanza. No seas ambiciosa De mejor o más próspera fortuna; Que vivirás ansiosa Sin que pueda saciarte cosa alguna.
MORALEJA:
No anheles impaciente el bien futuro; Mira que ni el presente está seguro