Por Annabel Lee
Carne Colombiana vs Carne Argentina
Por estos días, encontré en los principales supermercados carne importada de Argentina. Creo que la calidad de la carne nacional es de primer nivel, así que quisiera entender porque alguien paga el doble o hasta el triple por este producto importado . Conozco la tradición argentina en sus carnes, y por esto decidí visitar dos restaurantes especializados: quiero saborear y descubrir si existe una gran diferencia.
LA BIFERÍA
Un argentino, me acompañó en mi última visita a la Bifería. Salió descrestado diciéndome que se sentía en el tradicional restaurante de parrilla argentina La Brigada en San Telmo. Por su puesto yo saqué pecho, la carne acá es 100% colombiana. Con la idea de atraer a los amantes de este carnívoro placer, ofrecen tradicionales cortes argentinos como el bife de chorizo, el asado de tira, el asado de vacío y el bife ancho, que no son comunes en Colombia.
Para empezar ponen en la mesa una canasta de pan baguette crujiente y dos salsas para mojarlo, la clásica baby, algo insípida y chimichurri argentino con ajo, perejil y orégano, muy rico. La carta de vinos no es muy amplia, pero si está bien elaborada, ofrece las mejores líneas en cuanto a vinos argentinos, a precios realmente atractivos (entre los $34,000 y los $200,000).
El servicio del vino no es el adecuado. Cuando me faltaban dos sorbos para terminar mi copa, ordené una nueva. Oh sorpresa cuando llegó al mesero y sirvió encima del vino que me estaba terminando, hizo un “refill”. Las entradas son todas apetitosas, nos inclinamos por los Chinchulines de la casa ($8,200), una porción de crocante chunchullo frito con arepa rellena de queso que acompañaba de maravilla este manjar. Recomendado.
La carne recomendada del día depende de su grado de maduración (la maduración se hace para mejorar las propiedades organolépticas, como el sabor, color, aroma y para que esté más tierna y blanda, se hace en refrigeración con un mínimo de 8 días y máximo 18 depende del tipo de corte y de la que raza provenga). Nos decidimos por el Bife Ancho (400g, $30,900), un corte grueso compuesto por ojo de bife y chata, con la suficiente grasa para que sea jugoso y tierno. El mesero, nos informó que era de ganado Cebú, lo cual hacia más intenso el sabor. Lástima que no llegó en el término medio ordenado, y recomendado en la carta, llegó muy cruda. El Chuletón de res, (500 g, $30,900) de sabor más suave y textura algo dura, llegó en su punto. Fue mi favorito de la noche, y según nos contaron proviene de la raza Brangus (mezcla entre Angus y Brahma).
Los acompañamientos son variados, el campeón es el tomate pelado y servido entero, rociado con aceite de oliva y aromatizado con julianas de albahaca. Los meseros conocen de carnes, pero no los postres de su carta. Imperdonable. Como el favorito ofrecen el postre de caramelo ($8,900), descrito como un hojaldre con salsa de caramelo y helado de vainilla. ¿Hojaldre? No señores, era una torta de pan, suave, , rica si estaba, pero no era lo ofrecido y mucho menos lo esperado.
Definitivamente, a este restaurante se debe ir con hambre, puesto que es generoso en sus porciones. Es para destacar su esfuerzo por rescatar la carne colombiana.
Calle 69ª No 6-12
Tel: 2853038
LA BRASSERIE
Entrar a este restaurante es como llegar a un elegante club privado, con decoración cálida y elegante. Ojo: se debe hacer reserva. Enrique, el metre, es atento, amable y conoce a la perfección a sus clientes, lo cual hace que uno se sienta llegando a casa. ¡Bravo!
Para abrir el apetito, sirven una canasta de pan baguette, mantequilla con reducción de aceto balsámico y mayonesa de aceitunas negras. La carta de vinos es formidable, su filosofía es promover la cultura del vino en Bogotá, y por esto crearon el Club del Vino, Locos por el Vino.
Para iniciar arrancamos con Mollejas de ternera a la mostaza ($16,900 ) muy crocantes y la salsa untuosa, del otro mundo. Entre los recomendados del día ofrecieron el Rib Eye argentino, (300g, $44,900) un corte de carne Angus, acompañado de papas a la francesa y ensalada Wedge. Las papas de la Brasserie son las mejores de la ciudad, crocantes y sin grasa y la ensalada era de cogollos de lechuga y salsa de queso azul, muy rica y de porción grande ideal para compartir. Mi experiencia con la carne argentina, fue sublime, casi no requiere cuchillo, tierna, y de un sabor inolvidable, el término medio llegó perfecto. Con Steak and Frites,(280 g, $32,900) termino tres cuartos, lograron el punto exacto, cosa que es muy importante en un restaurante especializado en carnes. La carne es Brangus colombiana, tuvimos la oportunidad de compararla con la argentina, su sabor es algo más suave, y la textura algo firme, indudablemente es de altísima calidad.
No podían faltar los famosos Profiteroles ($5,300) acompañados de un cremoso helado de vainilla y salsa de chocolate caliente, servida a último minuto. Es delicioso que ofrezcan la posibilidad de ordenar media porción, pensando en los clientes como yo, que necesitan su mínima dosis de dulce para rematar una rica cena.
La carne argentina es superior, no me queda la menor duda. Pero el esfuerzo que se hace por ofrecer carne de altísima calidad colombiana se nota y se siente en el paladar.
Cra 13 No 85-35
2576402
